
Tenes esa
sonrisas, esa
mirada, esa
boca, esos
ojos, esas
manos, esa
nariz, esos
cachetes, ese
cuello, esas
pestañas, esos
brazos, ese
cuerpo. No hay nada en vos que no me guste... y el problema de que me gustes y quiera tanto es que hace que todo estos miedos de los que ya me había librado vuelvan a aparecer
y sienta la necesidad de que nuevamente tengo que cambiar para poder lograr esa perfección que no conseguiré nunca pero que se que vos te mereces.