Llegas cuando menos lo espero, en
el momento en el que me olvide de
vos, con la única idea de tentarme, llenándome
los oídos de palabras hermosas, y de ideas impropias. Caigo como tonta, con la
idea de que no es algo malo, sabiendo en el fondo de todos mis pensamientos que
esta “mal”,
que me estoy engañando a mi misma, pero la carne es débil,
la tentación supera los prejuicios y las ideas moralistas... y a pensar de que
a simple vista no es algo incorrecto, yo se que la tortura me espera al cerrar los ojos
y apoyar mi sien sobre la almohada.