Decisiones


Para frene a la división de dos caminos. No sé que hacer, me siento falsa e hipócrita… no puedo decidir que camino es el que me hará mejor, los dos tienen cosas que me harían ser más feliz de lo que ya soy. El problema es que necesito dar un paso hacia ambos caminos, quiero comprobar que lo que pienso es verdad, saber si vale la pena ignorar el camino “A” para avanzar sobre el “B”, o viceversa.  Si hago eso tal vez dañe el otro camino. No quiero ocultar nada, pero tampoco quiero contarlo. No tengo a quien pedirle un consejo,  no tengo con quien hablarlo. Es tan extraño, sola no me siento, desconfiada del cariño de las personas que me rodean menos, pero no me siento libre de poder expresar lo que tengo en mi cabeza, ¿Será que no existe la persona a la que se le pueda contar lo que te pasa sin el miedo de ser juzgada, criticada? Es que a pensar de que me den un consejo perfecto, yo nunca los sigo, siempre termino haciendo cualquier cosa.
Sigo parada enfrente de dos caminos, y siento que detrás mío me persigue algo, que no sé que es realmente, pero me obliga a acelerar mi decisión. No me gusta este sentimiento, prefiero quedarme en ese rincón oscuro en el que estuve en el último año. Seguro, solitario, tranquilo, lleno de lágrimas en el suelo…