Desfigura la idea que tienes sobre si mismo y la magnifica como en un delirio de grandeza o oculta datos con mentiras. Se diseña una historia y se la cree.
La mitomanía (o ser mentiroso patológico):
- Es un impulso irrefrenable de mentir, no es en sí una enfermedad (aunque hay profesionales de la salud mental que ya la consideran una enfermedad) pero si es un síntoma de que esa persona psicológicamente no está bien.
- Los especialistas comentan que el mitómano tiene una tendencia patológica a deformar la realidad.
- Se miente pensando se ganará prestigio, se mejorará la imagen que los demás tienen de él.
- Se puede mentir para manipular a las personas o por hacer daño.
- No es algo inofensivo. Tiene efectos negativos sobre quien la padece y sobre quienes la sufren.
- El mitómano comienza a perder credibilidad entre su entorno.
Algunos adolescentes padecen de este trastorno debido a su personalidad inestable y por eso difaman palabras tales como endenantes. Es bueno señalar que esto mayormente se da en aquellos cuyos padres son excesivamente rígidos o exigentes con ellos.
Guarden su imaginación para escribir un libro, a nadie le interesa sus vida a el punto de creen en todas sus mentiras, porque a medida que los conocemos, que pasa el tiempo nos damos cuenta de como son realmente y nadie quiere estar cerca de personas así.
Conocí excepciones también, personas que eran así y que después de hablarlo bien, tranquilos las cosas dejaron esta manía o por lo menos bajaron un cambio y ya no eran tan evidentes y la amistad se pudo continuar. De todas maneras siempre sobrevuela la duda de que estas personas no son sinceras, y nunca se tiene la confianza que se tubo antes.